Disc-Jockey para eventos de Jubilados
¿Qué ha sido de las fiestas de los que hoy peinan canas? – Público nacido en las décadas de los 50 y 60- Hoy por hoy, esa generación, más viva que nunca, tiene sus referentes musicales en artistas que también siguen ahí, como Víctor Manuel, Ana Belén, Miguel Ríos, Serrat, Sabina y tantos otros. Y demandan música de calidad en eventos a su medida como veremos más adelante. Pero antes, acompáñame y hagamos un recorrido de su trayectoria y necesidades, desde el punto de vista musical del Dj para fiestas de público maduro, o en sus cincuenta y diez (o y veinte).
Aquella “Juventud divino tesoro” protagonizó, musicalmente hablando, un gran cambio en nuestro País. Vivieron la transición de Conchita Piquer, Estrellita Castro, Lola Flores, Juanito Valderrama, etc, a los que escuchaban de la mano de sus padres. Y fueron protagonistas, como público, de la llegada de una ola musical que surgía como un maremagnum venido de Europa y América. Aquella sociedad llamaba a aquello “Lo moderno” ó lo “Ye-yé”, y de manera natural surgieron los primeros “Disc-Jockeys”. Término con el que se denominó a los pioneros que dedicaban sus programas de radio y televisión a divulgar los nuevos sonidos que se escuchaban y se bailaban en el mundo.
Los inolvidables Joaquín Luqui, José María Iñigo (portavoz de todo lo que sonaba en Reino Unido) Miguel de los Santos, y tantos otros, en programas como “Los cuarenta principales” que es buen ejemplo de un tiempo nuevo que surgía para la música.
Los Chicos de Oro
Aquella época estuvo caracterizada por una música distinta. Los principales referentes a nivel internacional fueron dos gigantes por encima del resto: Los Beatles, y Los Rolling. El Madrid – Barsa de la época. Y en nuestras fronteras, los Brincos, Bravos, Los Relampagos, Los Mustang… Sin duda más cercanos, y que capitanearon la nueva banda sonora de la vida de nuestros protagonistas, que hoy sigue creciendo por la internacionalización de la música, a la que nuestro país no es ajena, sino todo lo contrario.
Esa generación que hoy podemos llamar “Segunda Juventud” es, quizá, la más bailonga que haya existido. Disfrutaba de la música en una primera época en las llamadas fiestas a domicilio o guateques, que se celebraban cada fin de semana, siempre en la casa del amigo cuyos padres se habían ido de viaje o al chalet. Ellos, aunque no lo sabían, se estaban preparando, al ritmo de esa música, para ser los predecesores de la siguiente generación a la que se ha denominado, con toda la razón: La generación mejor preparada de la historia.
A nivel familiar, el momento estrella del año para disfrutar de esos ritmos que en ese tiempo emanaba de todas partes, se daba sobre todo en las vacaciones. Cuando eran habituales las reuniones de toda la familia bailando juntos en los Hoteles de la costa. Progresivamente se pasó de La Raspa y el Chocolatero (o El tractor amarillo), a los nuevos ritmos que comenzaron a sonar con fuerza con esos estribillos pegadizos, y ahora entrañables ¿Quien no recuerda el “follow the leader” o “ritmo de la noche”?, sello auténtico de los dorados años 90, y tantos otros que vendían detrás de imborrable recuerdo para todos.